Red Hat SummitResumen
La organización en contenedores consiste en empaquetar el código de software con todos sus elementos necesarios, como las bibliotecas, los marcos de trabajo y otras dependencias, de modo que estén aislados en su propio "contenedor".
Esto permite trasladar el software o la aplicación dentro de él a cualquier entorno e infraestructura, para poder ejecutarlo allí sin problemas, independientemente del sistema operativo que utilice. El contenedor funciona como una especie de burbuja o entorno informático que rodea a la aplicación y la mantiene aislada del resto. En otras palabras, es un entorno informático totalmente portátil y funcional.
La generación de código en una sola plataforma o sistema operativo dificulta el traslado de las aplicaciones, porque es probable que el código no sea compatible con el nuevo entorno. Por este motivo, los contenedores constituyen una excelente alternativa. Además, esta incompatibilidad entre entornos produce fallas, errores e inconvenientes que deben solucionarse, lo cual a su vez genera demoras, disminución de la productividad y mucha frustración.
Al empaquetar una aplicación en un contenedor que se puede trasladar a distintas plataformas e infraestructuras, podrá ejecutarla en cualquier sitio, ya que tendrá dentro de él todo lo que necesita para funcionar a la perfección.
La idea de aislar los procesos ha existido durante años. Sin embargo, cuando Docker presentó la tecnología Docker Engine en 2013, incorporó herramientas fáciles de usar para los desarrolladores, así como un enfoque universal para empaquetar los sistemas, el cual aceleró la adopción de la tecnología de contenedores. En la actualidad, los desarrolladores pueden elegir entre varias plataformas y herramientas para la organización en contenedores, como Podman, Buildah y Skopeo, que cumplen con los estándares de la Open Container Initiative, de la que Docker fue pionero.
Ventajas
Los contenedores se caracterizan por ser "ligeros" o portátiles. Esto se debe a que pueden compartir el kernel del sistema operativo de la máquina host, lo cual elimina la necesidad de tener un sistema operativo independiente para cada contenedor y permite que la aplicación se ejecute de la misma manera en cualquier infraestructura, ya sea en equipos con servidores dedicados (bare metal), en entornos de nube o incluso dentro de máquinas virtuales (VM), como veremos en la siguiente sección.
Además, los desarrolladores pueden utilizar las mismas herramientas para trabajar con los contenedores en un entorno host o en uno distinto, lo cual simplifica mucho los procesos para desarrollar aplicaciones en contenedores e implementarlas en los sistemas operativos.
Diferencias entre los contenedores y las máquinas virtuales
Una máquina virtual (VM) es un entorno que funciona como un sistema informático virtual con su propia CPU, memoria, interfaz de red y almacenamiento, pero se crea en un sistema de hardware físico, ya sea on-premise o en un lugar distinto a las instalaciones del cliente.
La organización en contenedores y la virtualización son procesos similares, ya que ambos permiten aislar totalmente las aplicaciones para poder ejecutarlas en otros entornos. Las principales diferencias tienen que ver con su tamaño y portabilidad.
Las VM son las más grandes. Por lo general, se miden en gigabytes y contienen su propio sistema operativo, lo cual les permite ejecutar al mismo tiempo varias funciones que utilizan una gran cantidad de recursos. Como cuentan con una mayor cantidad de recursos disponibles, pueden extraer, dividir, duplicar y simular sistemas operativos, equipos de escritorio, bases de datos, conexiones de red y servidores completos.
Los contenedores son mucho más pequeños y se miden en megabytes. El elemento más grande que empaquetan es una aplicación y el entorno necesario para ejecutarla.
Mientras que las máquinas virtuales funcionan bien en las arquitecturas de TI tradicionales y monolíticas, los contenedores son compatibles con las tecnologías más recientes, como la nube, la CI/CD y DevOps.
Diferencias entre los contenedores y los microservicios
Los contenedores se suelen utilizar para empaquetar aquellas funciones individuales que realizan tareas específicas, llamadas microservicios. Los microservicios son la división de las partes de una aplicación en servicios más pequeños y especializados. Esto permite a los desarrolladores concentrarse en trabajar en un área específica de una aplicación, sin afectar el rendimiento general de la aplicación.
Gracias a esto, las aplicaciones pueden seguir funcionando mientras se implementan actualizaciones o se solucionan problemas, y los desarrolladores pueden realizar mejoras, pruebas e implementaciones con mayor rapidez.
Cuando los microservicios se encuentran dentro de un contenedor portable, compatible con varios entornos y con capacidad de ajuste, adquieren estas mismas características, por eso funcionan muy bien juntos.
Organización en contenedores
Pero ¿cómo gestionamos todos esos contenedores? Aquí es donde entra en juego la organización en contenedores. Se trata de un sistema que permite automatizar los procesos para implementar, gestionar, ajustar y conectar en red estos elementos.
Kubernetes es una plataforma open source de organización en contenedores que permite administrar a gran escala las aplicaciones distribuidas y alojadas en ellos. Usted elige dónde quiere ejecutar el software, y la plataforma se encarga prácticamente de todo lo que implica implementar y gestionar los contenedores.
Originalmente, los responsables del diseño y el desarrollo de Kubernetes eran los ingenieros de Google, uno de los primeros colaboradores de la tecnología de contenedores de Linux, antes de que lo donaran a la fundación Cloud Native Computing Foundation (CNCF), en 2015. Esto significa que la CNCF es la entidad encargada de preservar la comunidad de Kubernetes, mientras que los administradores y los colaboradores voluntarios se ocupan del desarrollo, el mantenimiento y los lanzamientos de esta plataforma.
Red Hat fue una de las primeras empresas que trabajó con Google en Kubernetes, incluso antes del lanzamiento, y ahora es el segundo colaborador más importante de este proyecto.
¿Por qué conviene elegir Red Hat para la organización en contenedores?
Red Hat OpenShift es la plataforma de Kubernetes para las empresas. Se trata de un producto de software que incluye los elementos del proyecto de gestión de contenedores de Kubernetes, pero que también incorpora la seguridad y la productividad, dos funciones muy importantes para las empresas de gran envergadura.
"OpenShift" hace referencia a la tecnología de organización en contenedores downstream, que se deriva del proyecto open source OKD (antes conocido como OpenShift Origin). "Red Hat OpenShift" es el conjunto de productos de organización de contenedores de Red Hat. Además de OpenShift, Red Hat incluye en sus diversos productos varios elementos preconfigurados, como por ejemplo:
